martes, 26 de octubre de 2010

EDUCAR ¿PARA QUÉ TIPO DE SOCIEDAD?

La evolución de las tecnologías de la información y las comunicaciones, avanzan con grandes responsabilidades para la modificación de la base material y simbólica de nuestra actual sociedad.
En esta sociedad, significa, históricamente, una evolución desde la mitad del siglo pasado (Silgo XX), desde una sociedad industrial, con fábricas humeantes y sucias, hacia una sociedad postindustrial/ mass-media/ de consumo, para a su vez, desembocar en otro estadio basado en el intercambio cooperativo, muy concurrido de información y conocimiento, visto como lleno de oportunidades inigualables.
Las mismas, se encuentran inspiradas en inversiones en educación, capacitación, investigación, comunicación, desarrollo, innovación, TICs telemáticas, etc., cuyo impacto en las comunidades, organizaciones y personas en general demuestran la necesidad de nuevas calificaciones para poder responder a este mundo en contínua modificación y alteración.
Ante estos nuevos desafíos, que genera el impacto del conocimiento y el procesamiento de la información a través de las TICs y que aparece con neologismos en el lenguaje y en la construcción de nuevos conceptos y resultados dentro de un marco académico sociopolítico definido se deberá tener en cuenta la distribución de una nueva clase de “energía” a la totalidad de las actividades humanas inscriptas en un nuevo paradigma tecnológico que abarcará todas las variables sociales, culturales, políticas, económicas, organizacionales, etc. Esta nueva “energía” moverá a las sociedades que se encuentren en las ideas, en el aprendizaje, y en el conocimiento.
Los impactos en las dimensiones sociales, y por ende en educación, no podrán ser enfrentados con concepciones y prácticas antiguas porque no satisfacerán requerimientos mínimos. Una nueva sociología de factura recursiva y de interacción no lineal, mediada por artefactos electrónicos, aunque no todos tengan procedimientos y conceptos sofisticados marcará la importancia de los siguientes puntos de contraste:
  • Redes convergentes de TICs que aceleran a velocidades enormes la generación, transmisión y distribución de información en estos tiempos instantáneos, sin distinción de formatos de transportes y distancia;
  • Generalización de migración y dispersión de grupos, servicios, etc., que establecerán gran flexibilidad de innovaciones organizacionales en las relaciones sociales, comerciales, laborales, jurídicas, etc. 
  •  La economía intensiva de conocimiento, demandada por una “sociedad de aprendizaje” que incluye el desarrollo de diferentes modelos que transforman la información en conocimiento para alcanzar una efectividad social.
Para facilitar el tránsito a esta sociedad y sus necesidades formativas se debería apostar a configurar la “la sociedad del aprendizaje a lo largo de la vida” a fin de fortificar el protagonismo en las mentes y las voluntades de las personas en los nuevos entornos.
La nueva arquitectura de la enseñanza estratégica y de los procesos de aprendizaje, establecen nuevas hipótesis para el proceso de mediación tecnológica: enseñar y evaluar información crítica en su utilización/aplicación en la búsqueda de un uso inteligente y en una alta calidad para cubrir la demanda con equidad social.
Ya que hablamos de aprendizaje, significa oportunidades educativas diseñadas de modo flexible y personalizado extendidas como acompañamiento a lo largo de la vida personal y colectiva con procesos de aprendizaje integrados, reales, virtuales. (Longworth, 2001).
Esta “pedagogía informacional” necesita antes de una nueva alfabetización tecnológica y de su enseñanza de la criticidad no solo para superar la “info-intoxicación”, sino para impulsar el cambio de las mentalidades a través de la flexibilidad colaborativa en situaciones diversas de organizaciones y programas.
Esto es así porque lo central en los escenarios de esta sociedad son los productos intangibles y los servicios creados por la información y el conocimiento, es decir, la riqueza está en las ideas. Dentro del mismo análisis de un constructivismo social, los estudios toman en cuenta la incidencia de las TICs en las actividades científicas, la dinámica de la cultura, los movimientos sociales, la constitución de la identidad, el desarrollo económico dentro del mundo globalizado. Aquí la producción, distribución y consumo de productos y servicios materiales y simbólicos se hallan organizados para estrategias mundiales y de un mercado estimulado por la massmediática y la telemática.
Para configurar la sociedad del conocimiento, es necesario ayudar a ayudarse a reconstruir representaciones mentales y socioculturales acordes a los nuevos tiempos históricos, desmitificar falsas panaceas e ilusiones, superar sentidos comunes por una mayor racionalidad crítica y transformativa para explorar potencialidades y promesas tecnológicas con riesgos y limitaciones, para tomar ventajas y fortificar sus fortalezas sociales.
De esta manera el flujo global de las redes e interacciones de las TICs obliga a personas y países a reformular relaciones entre la política, economía, la sociedad y por ende en educación.
Estas posibilidades existirán para aquellos países y sociedades que accedan las TICs y superen diversos desfasajes, lo que conducirá a decidir y rectificar valores y voluntades para vivir en paz y en gobernanza global de acuerdo a reglas consensuadas de convivencia.
En este contexto sociológico de entornos culturales digitales, las personas reformularán sus vidas y trabajos porque sus repertorios anteriores ya no les serán más útiles y valiosos.

El desafío hoy es explorar las funciones superiores de pensamiento y los valores de respeto y solidaridad para promover el acceso equitativo a datos a ser procesados con “cabezas bien puestas” (Morín, 1999) (5), para desarrollar “mentes inteligentes” (Gardner, 1987) (6), y “analistas simbólicos” (Reich, 1993) (7), quienes puedan transformar, sintetizar y aplicar con pertinencia y alta responsabilidad, información/ conocimiento para resolver y anticipar problemas.
La sociedad de la información y el conocimiento aparece como el nuevo paradigma cultural de “aprendizaje a lo largo de la vida” que prepara gente según las necesidades diferentes de aprendizajes diversos. Para ello se propone:
  • Reconocer la diversidad de gente, prácticas, saberes, valores y significados o sentidos sociales a evaluar antes/durante la acción, si se trata de fortalecer el aprendizaje, para vivir juntos, dentro de un amplio abanico cultural de posibilidades que establece el cambio. (Touraine, 1997) (8).
  • Superar exclusiones diversas y desfasajes digitales entrenando gente en las nuevas actividades productivas basadas en la comunicación telemática y las TICs en otros espacios socio- tecnológicos.
  • Fortificar los procesos de anticipación y participación protagónicas a través de una práctica educativa que impulse la cooperación, el diálogo y la empatía emocional sostenida.
Para una nueva sociedad de profundos cambios en construcción requiere de mentalidades para desarrollar habilidades a adaptar en propuestas educativas creativas y equitativas a partir de diversos entornos. Entonces, se tomarán medidas políticas a implementar y evaluar según escenarios y actores, que se podrían llegar a integrar a la enorme cantidad de personas y regiones que están al margen de los cambios en esta época.

Bibliografía:
Fainholc, Beatríz. Portal  Educar. Educar para què tipo de sociedad del conocimiento?


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