lunes, 22 de noviembre de 2010

Las NTIC y su relación con la educación

Las nuevas tecnologías con sus potentes herramientas y las ventajas que presentan desencadenaron un fenómeno sin precedentes desde la invención de la imprenta. Una “revolución pedagógica” que proyecta cambios sustanciales en las relaciones docente alumno y entre alumnos; y en la organización de la educación.
Las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (NTIC), invaden los medios educacionales, comunicacionales y empresariales. Eso hace que el mundo que conocemos, tradicionalmente, (“real”), se sumen los entornos “virtuales” y de comunicaciones. Nuevos conceptos de trabajo, calidad y comunicación, estas comunicaciones difíciles de preveer en las actividades económicas.
La “Revolución del Conocimiento” esta transformando la economía, la política, la salud, la cultura, el ocio, etc.; también alcanza la educación: “La educación se apoya en los principios científicos y técnicos, tendiendo a identificarse con un modelo tecnológico de información y comunicación”. Se reconoce que “el progreso alcanzado en la última década en las tecnologías para el aprendizaje, sobre todo con las tecnologías de la información y de las comunicaciones, aporta las bases para nuevas perspectivas del aprendizaje”. Para analizar el impacto decisivo que este fenómeno esta produciendo en el mundo de la Educación, se pueden distinguir tres tendencias centrales que definen las concepciones, estrategias, modelos de trabajo, práctica y aplicaciones, tanto para sus actores individuales como para la institución:
- La centralidad de las NTIC como soporte propagador de conocimiento e información, en general, por encima de los obstáculos de tiempo y espacio;

- La multiplicación de los medios o recursos que facilitan y optimizan el acceso al conocimiento, a lo largo de su ciclo de creación, transmisión, utilización;
- El desafío de actualización permanente de los contenidos a ser transmitidos, ante la vertiginosa generación y desactualización del conocimiento;
- Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y Tecnología Educativa
La UNESCO, define a las NTIC como “el conjunto de disciplinas científicas, tecnológicas, de aplicaciones; las computadoras y su interacción con hombres y máquinas; y los contenidos asociados de carácter social, económico y cultural”.
Podríamos entender, como el resultado de la integración creciente de la informática, las telecomunicaciones y la microelectrónica. En primer lugar se destaca la importancia adquirida por la informática; que ha avanzado sensiblemente en el procesamiento de datos por computadoras a lo largo de los últimos cincuenta años.
Con el avance de las telecomunicaciones (telefónica y satélites), se fueron estableciendo redes remotas de computadoras, lo que originó Internet. Gracias a la microelectrónica, las computadoras (PC), llegan al mercado masivo en los años ochenta. Todo ello ha logrado  generar Internet en la última década.
Las nuevas redes de comunicación, tanto vía satélite, cable, fibra óptica, facilitan, ya de forma casi perfecta, un grado de interacción entre emisor y receptor. Esta interacción permite que el receptor vaya ajustando a sus intereses los productos, servicios y contenidos que el emisor le ofrece.


¿Cómo se relacionan con Educación?

- Facilitan el intercambio, estructuración y actualización de contenidos;
- Estandarizar actividades de apoyo;
- Hacer más interesante el aprendizaje;
 Optimizar y flexibilizar el tiempo de la enseñanza; promover la interactividad;
- Hacer que el profesor se convierta en facilitador de aprendizajes.
Con el desarrollo y la aplicación de las NTIC en la enseñanza, muchas Instituciones Educativas comienzan a desarrollar sistemas presenciales para sus ofertas de formación y capacitación, basadas en plataformas digitales que se asientan en las redes de comunicación o utilizando otras tecnologías, como las videoconferencias satelitales.
Las aulas o campus virtuales, a cuyos escenarios se accede conectándose a una red de comunicaciones, dejan de ser recintos con interior, frontera y exterior; convirtiéndose en espacios virtuales en los que se desarrollan las diversas acciones educativas, proyectándose a un público heterogéneo y disperso geográficamente.
El docente puede proponer a los alumnos ejercicios prediseñados, controlar a la distancia, lo que hacen, dondequiera que estos estén en el momento; corregirles interviniendo en su pantalla; sugerirles ideas, motivarlos, etc. Todo ello en un nuevo escenario, que no es físico sino electrónico.
Las NTIC, aplicadas al campo pedagógico tienen como objeto racionalizar los procesos educativos, mejorar los resultados del sistema escolar y asegurar el acceso al mismo de grupos excluídos. También se deben reconocer las Tecnologías educativas no vinculadas a las NTIC, con una amplia trayectoria previa.
Según Camacho Pérez (3) (1995), el espectacular desarrollo de las nuevas tecnologías y las exigencias de una sociedad cambiante han alterado la clásica definición de Tecnología Educativa (TE), propuesta por Chadwick (1997) que aunaba: teoría general de la comunicación, teoría general de sistemas y psicología del aprendizaje. Fernández, Huerta (1998), define la TE como un “sistema controlado de transmisiones eficientes de mensajes didácticos mediante el empleo de artificios o medios instrumentales con estrategias bien delimitadas”. O bien, según Gómez, Herrera, “Forma sistemática de diseñar, desarrollar y evaluar el proceso total de la enseñanza- aprendizaje, en términos específicos, basadas en las investigaciones sobre el mecanismo de aprendizaje y la comunicación, que ha aplicado una coordinación de recursos humanos, metodológicos, instrumentales y ambientales conduzca a una nueva educación más eficaz”.
En esta última definición más amplia y avanzada, las NTIC, son un aporte invalorable a dicha finalidad. Desde aquí, la TE y las NTIC, en un enfoque integrado, analizando los medios o recursos que globalmente ofrecen a los procesos de aprendizaje.


El Desafío Educativo del Siglo XXI
Para entender el fenómeno de la tecnología informática en las escuelas se debe profundizar en el concepto de tecnología educativa, en los siguientes términos; para la UNESCO, tiene dos acepciones:” Originalmente, ha sido concebida como el uso para fines educativos de los medios nacidos de la revolución de las comunicaciones, como los medios audiovisuales,, la televisión, ordenadores y otro tipos de de “hardware” y “software”. En un nuevo y más amplio sentido, como el modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje, teniendo en cuenta a la vez, recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos, como forma de obtener una educación más efectiva”. En el marco de esta definición, podemos citar a Narodowsky (2000), que nos plantea la necesidad de reconocer dos polos sobre la infancia: “La infancia hiperrealizada”, de la realidad virtual, y la “infancia desrealizada”, el de los marginales, excluídos, pauperizados y pobres. En el primer caso, el autor plantea como el acceso de los niños a la comprensión de los medios tecnológicos; en particular de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación; donde la realidad en la que viven en su infancia es diferente a la clásica concepción de pedagogía. Los niños, hoy manejan las computadoras personales, los videos, los juegos a edades tempranas, y “aprenden” a leer y a escribir a través de las mismas; etc. Los adultos, en su mayoría son considerados como “analfabetos tecnológicos”; por lo tanto, ellos, no necesitaron pasar por etapas y llegar a ser adultos para participar de esa experiencia; en ese caso, el adulto, depende del niño y se invierte la situación de poder, que plantea la historia de la pedagogía. El autor menciona que este grupo de Infancia Hiperrealizada, tienen la capacidad de autorregulación frente al conocimiento y responden a dispositivos no necesariamente usados por adultos.
La segunda acepción, de la infancia des-realizada, es una infancia excluída del acceso a Internet por carecer de recursos económicos y el espacio de aprendizaje necesario para acceder a estos nuevos dispositivos que plantea la sociedad del Siglo XXI, pero su concepto de heterónomo tampoco se cumple; es autónoma dentro de las posibilidades del orden construído de las cosas, la normalidad de la nueva sociedad les dá las condiciones para ello, vive en condiciones de extrema pobreza.


Bibliografía:
Mura, Raúl. Las NTIC y su relación con la educación. Educación y desarrollo.www.ineduc.net


¿Porqué los medios en la escuela?

La sociedad del siglo XXI, es para muchos, la sociedad de la información. Los medios de comunicación participan de la construcción del espacio público e influyen sobre la agenda de aquello que debate la sociedad.
La educación, tiene que poner en cuestión, el sentido común cotidiano que los medios contribuyen a formar, al darle contenido a las representaciones sociales, al pensamiento social sobre los hechos, las personas y los grupos sociales. La participación está del lado de quien puede comprender y hacer uso de los mensajes de los medios, porque los sabe analizar, interpretar y evaluar. Y porque sabe elaborar estrategias de acción y de decisión a partir de ello.
Incorporar los medios en las escuelas es formara los alumnos como ciudadanos informados, reflexivos frente a esa información, sensibles ante lo que pasa en el país y en el mundo, y participativos. Entender la manera en que los medios representan la realidad y nos hablan de lo que sucede, coloca a las personas en mejores condiciones para participar, actuar y tomar decisiones. La manera de comprender cómo los medios de comunicación producen significados es comprender la manera que tienen de influir sobre nuestras percepciones de la realidad y el modo en que podamos transformarla. Este es, entonces, uno de los motivos por los cuales los medios deberían incorporarse a la escuela: analizar el modo que los medios representan el mundo, el que nos rodea y el que por lejano, sólo conocemos a través de sus mensajes. Existe una razón que fundamenta la necesidad de incorporar los medios en la actividad escolar cotidiana: el diversificado universo cultural y tecnológico en el que viven los niños y adolescentes y el desafío de la escuela para responder y actuar en función de este dinámico entorno comunicacional. Si las entidades de los jóvenes se definen no sólo por el libro que leen, sino por los programas de TV que miran, el sitio Web por el que navegan, la música que escuchan, la película que eligen y la historieta que prefieren; la escuela necesita acercarse a estos consumos, reconocer que los adolescentes utilizan diferentes lenguajes y que recurren a distintas escrituras.


El gran desafío para el sistema educativo hoy, es capacitar a los niños y jóvenes para que puedan acceder a utilizar la multiplicidad de escrituras, discursos en los que se producen las decisiones que los afectan en los planos, laboral, familiar, político y económico. El acceso a los bienes culturales es inequitativo; mientras una minoría tiene acceso a todas las fuentes, medios y tecnologías, la gran mayoría accede sólo a la TV abierta, a la radio, y eventualmente a un diario. No tienen DVD, no van al cine, no conocen un teatro y muchos carecen de internet en sus hogares.


Uno de los retos específicos que tiene la incorporación de de los medios en la escuela, en los países de América Latina, es disminuir estas brechas y promover un acceso más equitativo y justo a los bienes culturales y tecnológicos entre los jóvenes que provienen de familias más pobres. El camino abierto por las tecnologías de la comunicación es incorporarlas a la vida y tarea escolar. Hacerlo, no significa echar al olvido el valor educativo del encuentro cara a cara y la interacción con el espacio real.


Bibliografía:

Sileoni, Alberto. Profesor. Ministerio de Educación de la Nación.


Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones: Impactos y Cambios Sociales


Toda tecnología, implica una extensión en alguna parte del cuerpo humano. Así la rueda es una extensión de nuestro sistema motríz, el telescopio del ojo, la lanza o la bala de nuestros puños y el libro de nuestra memoria.
La aparición de la agricultura, la máquina de vapor, produjeron profundas transformaciones no solo en el orden de la vida cotidiana, sino en cuanto a mutaciones sociales, modificación de la manera de ejercer el poder, y cambios en la concepción del mundo, e incluso en el propio ser humano.
 Per, tales progresos, en el campo de las telecomunicaciones y la informática, superan en extensión y hondura los cambios originados por las invenciones y descubrimientos mencionados. Ya no se trata de una extensión de una parte de nuestro cuerpo, sino que las nuevas tecnologías constituyen una prolongación de nuestro sistema nervioso central, es decir podría ser de nuestro propio “yo fisiológico”.

La magnitud de estos cambios se torna ingenua, en el intento por seguir sosteniendo una concepción meramente instrumental de la tecnología. Esta concepción plantea al neutralidad de las tecnologías respecto de fines para lo que son utilizadas; serían buenas o malas, funcionales o disfuncionales, según para que se las emplee. Esta perspectiva no es tán solo errónea, sino más bien limitada.
Lejos de esta postura, tomaremos el desafío de Heidegger de “pensar la tecnología”, desde otra óptica partimos del supuesto conforme al cual la relación de las tecnologías como lo político, lo económico, lo social y lo cultural es dialéctica e interdependiente; pero en ultima instancia se puede reconocer un cierto, aunque complejo, modo de subordinación de aquéllas a estos ámbitos u órdenes.


La nueva estratificación social
“Es un ordenamiento vertical de la población en segmentos, conforme a la función que cumplen en la división social del trabajo. Esta división se encuentra fuertemente condicionada, por la estructura de dominación política, y legitimada por la ideología hegemónica imperante. Su elaboración y resguardo es responsabilidad de los estratos superiores”. Es un ordenamiento piramidal que permite observar caracteres particulares diferenciales de cada estrato, los que conservan gran homogeneidad interna.
El modo de estratificación por clase ha sido el tipo dominante de los últimos ciento cincuenta años. Siguiendo a Weber, diremos que el sistema clasista se da cuando un número de personas poseen un componente causa espacífico de oportunidades de vida en común, en la medida en que ese componente está representado exclusivamente por intereses económicos en la posesión de bienes e ingresos, bajo las condiciones del mercado de productos de trabajo. Las nuevas tecnologías conllevan la crisis de los modelos fordistas y tayloristas de producción, sobre los cuales en gran medida se asentaba la estructura de clases propias de un capitalismo industrial de acumulación. En efecto, al quedar, cada vez más en “manos” de la máquina, no resulta tan importante el productor como el consumidor. Por ende lo que habrá de definir la ubicación del individuo en la pirámide social no será cuánto tiene sino, cuánto gasta: la tarjeta de crédito reemplaza ala cuenta bancaria. La capacidad de gasto está directamente relacionada con la ocupación del individuo, y esa ocupación, a su vez, se deriva del grado de conocimientos e información que ese individuo posea. Cada vez, resulta menos relevante el talento innato para detectar un negocio, o la capacidad de esfuerzo y sacrificio laboral, que eran los dos elementos necesarios para ascender socialmente en el sistema clasicista. En una sociedad hipercomunicada o hiperinformada, en cambio, el más apto para tomar la decisión correcta, es aquel que no sólo dispone de la información pertinente, sino que, además, sabe ordenarla y procesarla adecuadamente.
Otra de las cuestiones que plantean estas nuevas tecnologías en relación a la estratificación social está dada por la constante educción de los precios de los artefactos informáticos y telecomunicacionales. Esto vá permitiendo que la mayoría de la población pueda acceder directa o indirectamente a la videocasetera, al fax, al teléfono celular, a la computadora personal, a la TV por cable, al CD- Rom, a las redes informáticas, etc. Pero, atención, la mayoría no es la totalidad. La pregunta es qué pasará con los descalzados que queden al margen del sistema superinformado. Aristóteles decía que la democracia es el gobierno de la mayoría, y como los pobres eran siempre mayoría, podía entenderse a la democracia como el gobierno de los pobres. En cambio, la oligarquía, -gobierno de pocos-, era también susceptible de ser definida como el gobierno de los ricos. Lo que hasta nuestros tiempos nunca se había planteado es que los “ricos”, los que tengan acceso inmediato o mediato a los bienes tecnológicos enunciados, puedan ser la mayoría. Pareciera que en lugar de llegar a la “aldea global” anunciada por McLuhan, estamos llegando a la “ciudad global”. Es que en la estructura comunitaria propia de la aldea todos tienen acceso a casi todo el conocimiento socialmente relevante, con un claro predominio de las relaciones primarias entre sus miembros.
Las visiones de la ciencia
Con el surgimiento del capitalismo, apareció la visión moderna de la ciencia. Esto ya no es una requisitoria por las causas finales, por el “para qué” de las cosas, sino, que pasa a ser una pregunta por el “cómo se hace”, “cómo se compone” la cosa. Es decir, por la causa eficiente y material. Los capitalistas habrían de seguir dedicando al trabajo productivo el mismo tiempo y esfuerzo que le dedicaban previamente. Esto llevó a todo un sector social a vivir en función de la acumulación de la riqueza proveniente del esfuerzo aplicado a la producción y distribución de mercaderías. En el campo político, el conocimiento, llevó a la alianza a efectuarse con la “ciencia nueva” la que le hubo de permitir “saber para prever, prever para poder, según la frase de Augusto Comte. Así comenzó la pasión matematizar toda la realidad (Descartes, Newton, Hobbes), dado que el cálculo es la base noética del capitalismo.
En la segunda mitad de este siglo encontramos en la etapa del capitalismo de consumo, que surge la necesidad de segmentar adecuadamente el mercado para no entrar en el tipo de producto a elaborar, ni en el mensaje publicitario a emitir para cautivar el segmento elegido. La equivocación en este campo se paga con el fracaso total. Si se produce un auto, un lavarropas, una heladera para la clase alta y el producto no responde a los parámetros de diseño o calidad por ésta exigidos, difícilmente lo adquiera. Pero si es la publicidad la que envía señales equivocadas, transmitiendo alguna pauta o depositando en el producto alguna característica propia de las que el imaginario y los códigos de la clase alta le atribuyen a la clase baja, seguramente las ventas serán catastróficas.
A poco de consolidarse estas nuevas tendencias, emerge con Thomas Kuhn el primer cuestionamiento radical a la idea de acumulatividad de la ciencia. Se reemplaza esta noción por la “revolución científica”, según esta tesis, la comunidad científica, elabora una constelación de creencias, valores, técnicas, etc., dentro de la cual las soluciones propuestas a los problemas, se consideran científicamente admisibles, o sea, legítimas. Esta constelación recibe el nombre de paradigma; es decir, un paradigma, es lo que comparten los miembros de una comunidad científica, y se es miembro de esa comunidad si se conoce y comparte el paradigma. De acuerdo con el modelo analítico, propuesto por Kuhn, la crisis de un paradigma vigente no se produce cuando surge una cantidad de anomalías a las que no puede dar respuesta, sino cuando aparece un nuevo paradigma capáz de brindar respuesta a los problemas insolubles dentro del marco anterior. Pero esto, no significa que el nuevo paradigma sea mejor que el anterior, ni mucho menos que signifique un progreso, respecto de aquel, ya que ambos, son inconmensurables, es decir, que no admiten parámetros de medición comunes. Por lo tanto, no hay diálogo, ni acumulación posibles.
Pero la revolución informática de los 80, unida a los desarrollos satelitales y –entre otras innovaciones-, la invención de la fibra óptica, ha tornado caduco el concepto de segmento de mercado, e incluso el más restringido de “nicho”. Ya no se produce un automóvil para la clase media, o el radiograbador para la clase baja; se trata de fabricar v.gr el producto que desea consumir el médico casado e clase media. Las posibilidades de adaptación que permiten las nuevas tecnologías, particularmente en materia de diseño, son casi ilimitadas.
Este proceso de hiperindividualización del consumidor encuentra su correlato en lo que Lyotard ha dado en llamar la “crisis de los grandes relatos”. En el campo de la epistemología esto se traduce en la crisis de los paradigmas aún vigentes, tanto en ciencias físico-naturales, como en el área de las ciencias-sociales. También la noción de inconmensurabilidad merece ser reformulada a la luz de estas cuestiones, especialmente en función del replanteo de los conceptos de universalidad, identidad y diferencia.
 Bibliografía:
Agulla, Mario; Hernando, Claudia. La tecnología. Sus impactos en la educación y en la sociedad contemporánea. Antología II. Buenos Aires, Editorial Plus Ultra. 1996 Del Percio, Enrique.


Un Pensador Inquietante: Marshall Mcluhan


El punto de partida de este autor se basa en una concepción del desarrollo tecnológico como “medio” que procura una extensión de la corporalidad, que establece una real prolongación de los sentidos. Desde las invenciones de la rueda y la escritura hasta el advenimiento de la electricidad y la televisión, los seres humanos han creado unos modos de “sentir” la realidad que han ido siempre aparejados con aquellas invenciones. Antes de la invención de la escritura, por ejemplo, la civilización, sostiene McLuhan, era predominantemente auditiva, “oral”, e involucraba todos los sentidos en una especie de inmersión en el mundo. Con el advenimiento se fomentó paulatinamente la preponderancia de un único sentido, el visual, y al hacerlo así, creó una nueva manera de “sentir la realidad”. La mente humana se transformó: el tiempo y el espacio pasaron a concebirse como lineales; el pensamiento abandonó su lado mágico para hacerse lógico, discursivo; el argumento predominó sobre la metáfora.


La invención de la imprenta por Gutenberg, en el siglo XV, significó el inicio de la máxima potenciación de este modo de sentir lineal. Dio comienzo así a la era mecánica, a este conjunto prodigioso de realizaciones culturales que abarca tanto la filosofía como el arte representativo, tanto la cadena de montaje cuanto la ideología que ha generado, tanto las estructuras jerárquicas de las empresas y de los partidos políticos cuanto una estética lineal que se ha expresado, por ejemplo, en “las rayas de las medias de nylon”. Es la “galaxia Gutenberg”, cuyo protagonista ha sido el “hombre tipográfico”, una especie que hoy toca a su fin. El hombre tipográfico es en la caracterización de McLuhan, el hombre especializado, que registra su experiencia vital a partir del predominio del sentido visual. A través, por lo tanto, de una función, la lectura, y mediante un objeto, el libro. Pero, la imprenta hoy atraviesa un retroceso, según McLuhan, ante la irrupción de otros medios como la televisión. De ahí la decadencia del hombre tipográfico.


Para McLuhan, los cambios en la forma de ver el mundo que se derivan de un medio no atañen el contenido de experiencia que es capáz de transmitir este medio en sí. Dicho con brevedad y con el aforismo más célebre de McLuhan, que sintetiza su pensamiento, “el medio es el mensaje”. Que el medio es el mensaje parece claro, que con el advenimiento de la electricidad, éste es un medio absolutamente falto de contenido; además se diferencia de otros medios que surgieron a lo largo de la historia, en que ya no supone la prolongación de un sentido, sino del entero sistema central del hombre (“la técnica eléctrica extiende el proceso instantáneo del conocimiento por medio del nexo entre sus componentes, análogo al que es propio desde hace tiempo de nuestro sistema nervioso central…”).


La actual época electrónica constituye el fin de la era de la mecánica, el desplazamiento definitivo de la galaxia de Gutenberg. Lo característico de esta era electrónica, es predominio de la información y de los medios “fríos”. McLuhan, efectúa una particular distinción entre medios “fríos y medios “calientes”. El medio caliente (hot médium) es aquel que extiende un solo sentido; se distingue por su “definición alta” (high definition), lo que quiere decir que produce mensajes lineales y claros, datos e informaciones precisos. A este rango los medios calientes pertenecen a la escritura, la imprenta, el arte representativo, es decir, los medios característicos de la galaxia de Gutenberg. El medio frío (cool médium), por el contrario es el que extiende todos los sentidos. Su “definición baja”, (low definition) caracteriza a sus mensajes, que se dan más como proceso que como producto acabado, y de forma simultánea y plural antes que lineal.


Así, contrariamente al distanciamiento y a la potenciación de una conciencia individual que produce el libro, medio caliente,- la televisión-, medio frío, implica todos los sentidos en una especie de simultaneidad que tiene algo de alucinatorio y que presenta siempre intersticios, configuraciones escasamente definidas: “la imágen televisiva es, visualmente, pobre en datos. No es un fotograma inmóvil, ni siquiera, es una fotografía, sino un perfil en formación contínua de cosas pintadas con un pincel electrónico. La imagen televisiva ofrece al espectador cerca de tres millones de puntitos por segundo, por aquel que acepta sólo una docena cada vez y con estas construye una imagen…”. Los medios fríos, la televisión, están creando una suerte de “retribalización”, es decir para la reconstitución de un medio global semejante al e la aldea primitiva. De ser cierta esta tesis, la humanidad se estaría encaminando hacia un estadio de civilización, que McLuhan caracteriza con la imagen de una “aldea global”. En esta aldea, altamente sofisticada, el libro, sería probablemente venerado como delicada pieza de museo, y el hombre tipográfico, en caso de ser recordado, lo sería, bajo la condición de ser poco menos que fósil.


Bibliografía:
Agulla, Mario; Hernando, Claudia. La tecnología. Sus impactos en la educación y en la sociedad contemporánea. Antología II. Buenos Aires, Editorial Plus Ultra. 1996


La sociedad posindustrial

En el comienzo de la década del 60 cuando un grupo de investigadores en ciencias sociales, comenzó a hablar de lo que se denominó “posindustrialismo”; querían caracterizar una nueva era, que estaba siendo inaugurada en los países occidentales superdesarrollados, que implicaba la superación del “industrialismo”. En orden de importancia, Zbigniew Brzezinki, el “político” de ese posindustrialismo fue el primero en advertir consecuencias y necesidades prácticas de lo que había de acontecer. En el advenimiento de la sociedad posindustrial (edición norteamericana original de 1973 y primera edición en castellano en 1976), Daniel Bell caracterizaba de esta manera lo que él llamó las “cinco dimensiones de la sociedad posindustrial”: 1) la creación de una nueva economía de servicio; 2) el predominio de una clase profesional y técnica; 39 la prioridad del conocimiento técnico como fuente de innovación y de decisión política en la sociedad; 4) la posibilidad de un crecimiento tecnológico autónomo y 5) la creación de una nueva “tecnología intelectual”.

A este nuevo fenómeno que Bell bautizó “sociedad posindustrial” Brzezinski prefiere denominarlo “era tecnotrónica” porque ese neologismo (asociación de “tecnología” y “electrónica”) “transmite según él, de modo más directo la naturaleza de los impulsos principales que favorecen el cambio de nuestra época. Asimismo, describió el término industrial lo que podría haberse denominado “era posagrícola”. La “sociedad tecnotrónica” es una frase avanzada de la hasta ahora denominada “sociedad posindustrial”, aquella en la que “el impacto de la ciencia y la tecnología sobre el hombre y la sociedad, se está convirtiendo en la principal fuente de cambio contemporáneo”. La era tecnotrónica es por lo tanto, el reino del cálculo y de las comunicaciones; sin embargo, Brzezinski, está lejos de caer en un materialismo tecnicista, para él, el uso de éstas técnicas “subraya la importancia social de la inteligencia humana y la pertinencia inmediata del estudio”, al mismo tiempo que aumenta la necesidad de integrar el cambio social”. Resulta interesante, señalar los contrastes entre la sociedad industrial y la tecnotrónica: la era tecnotrónica se apoya en la existencia de tres descubrimientos básicos: la carrera espacial, la física nuclear y la televisión. Por lo tanto supone una sociedad global que ya es capáz de trascender los límites de su planeta; que posee una nueva y revolucionaria fuente de energía y poder y que puede comunicarse instantáneamente a distancia.


Bibliografìa: 
AGULLA,  Mario; Hernando, Claudia. La tecnología. Sus impactos en la educación y en la sociedad contemporánea. Antología II. Buenos Aires, Editorial Plus Ultra. 1996

martes, 9 de noviembre de 2010

Los cuatro pilares de la cibernética y la informática

Los grandes avances, se han precedidos por notables síntesis teóricas. Así por ejemplo, la invención de la máquina de vapor fue seguida por el desarrollo de la termodinámica, mientras que la teoría de las ondas magnéticas, una magistral investigación matemática de C. Maxwell, precedió a la tecnología de las comunicaciones inalámbricas.
La física reconoce en Galileo en Newton a sus dos grandes creadores, cuyos trabajos, fueron continuados por el científico Lagrange, (mecánica analítica), y por Laplace, (mecánica celeste), permitieron enunciar las leyes de la naturaleza pertenecientes al movimiento de los cuerpos.

Por otra parte los avances experimentales y teóricos en el campo de la electricidad dieron un formidable impulso a la solución del problema de la generación y transmisión de la energía, además de constituirse en el fundamento de las comunicaciones.


La caza de aviones y mariposas

Paralelamente, la invención de y el perfeccionamiento de nuevas máquinas motrices- motores de explosión Diesel, turbinas- y de máquinas de producción industrial con velocidades y complejidad crecientes fue llevando a un primer plano un problema fundamental de la técnica: la regulación y el control de funcionamiento de máquinas, instalaciones y dispositivos mecánicos y electrónicos. La máquina de Watt, exigió de su inventor, el diseño de un regulador centrífugo, para mantener constante la velocidad pese a las variaciones de carga.

También una sencilla instalación domiciliaria de calefacción, requiere regular en forma automática la temperatura interior, dentro de un cierto margen, teniendo en cuenta las variaciones externas.
Son incontables los problemas técnicos, análogos a los precitados, aunque en la historia, algunos problemas sucedieron. En el caso de la dirección y control aéreo, en la Segunda Guerra Mundial, era preciso apuntar a una pieza de artillería a un blanco móvil y dispararla, ubicar con el radar el estallido del proyectil y la posición instantánea del avión en función de ello corregirla posición de un cañón para efectuar nuevos disparos, eso fue un difícil problema cuya solución satisfactoria, no para el avión, exige la realización de detecciones, cálculos, decisiones y acciones en tiempos brevísimos. Por ejemplo, el mismo problema sucede cuando un niño caza mariposas en el campo aunque aquí la acción es inofensiva, para el niño,.
En síntesis, la regulación y el control, es decir, el gobierno de los sistemas físicos, y también, los biológicos y sociales, es el problema esencial de su funcionamiento.


La información base de control

La solución, de esos problemas, no es concebible si se dispone de información correcta, en los instantes oportunos. Esa información debe captarse, mediante sensores tales como radares y termómetros en lo sistemas de la técnica, realimentarse hacia unidades o centros de control y procesarse a los efectos de la emisión de órdenes o señales cuya función es corregir sobre la marcha, los procesos sometidos a control. Por lo tanto, la información y control entidades íntimamente imbricadas con la finalidad de lograr la gobernabilidad. De ahí la necesidad de una ciencia de control o cibernética, con expresiones tecnológicas tales como los mecanismos reguladores y los servomecanismos y de una ciencia de la información entre cuyos instrumentos se incluyen la informática y las comunicaciones.

En una variedad de situaciones, ya sea en el mundo natural o artificial de la técnica, o en el ámbito de de la naturaleza o en la superestructura del hombre, el principio cibernético de la retroalimentación- feed back- de la información, hacen posible los funcionamientos autoregulados.


Cuatro matemáticos

Así como sucedió con la física, es posible identificar, en esta parte, las investigaciones y publicaciones que enunciaron los principios fundamentales, las teorías y desarrollos básicos de la cibernética y la informática. Son figuras recientes en el cuadro general de la historia de la ciencia, y se ubican en sus trabajos decisivos en las décadas del 30 y del 40. Se citarán, aunque con riesgo inherente a toda selección efectuada, sin perspectiva histórica, cuatro decisivos hombres de ciencia, todos ellos sugestivamente matemáticos.


Norbert, Wiener (1894- 1964): matemático norteamericano, fue un niño prodigio que se doctoró en la Universidad de Harvard antes de cumplir los diecinueve años. Entre 1910 y 1960 fue profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Confrontado con el problema del tiro antiaéreo utilizando sus profundos trabajos previos sobre el tratamiento matemático de los procesos al azar y estudiando el problema de transmisión de “mensajes” y de retroalimentación de la información en los seres vivos, juntamente con A. Rosenblueth, fisiólogo de la Harvard Medical School, produjo una obra capital: “Cibernética o el control de la comunicación en el animal y en la máquina” (1948). Desde entonces, esta obra constituye la clave de la filosófica de la cibernética.


Alan Mathison Turing (1912/54): matemático inglés, graduado en el King´s College, de la Universidad de Cambridge, fue uno de los pioneros en el desarrollo de las computadoras digitales. Sus trabajos son considerados uno de los más profundos logros intelectuales del siglo XX y sentó las bases de una fundamental disciplina denominada Teoría de la Complejidad Computacional.


Claude Elwood Shannon: matemático norteamericano nacido en 1916, obtuvo su doctorado en el MIT en 1940. Se especializó en teoría de la comunicación, fue investigador de los laboratorios Bell. En 1948/49 produjo dos sobresalientes contribuciones a la teoría matemática de la comunicación. En estos trabajos, se definen y precisan conceptos fundamentales como cantidad de información, capacidad de canal de transmisión, entropía y codificación. A partir de Shannon, la teoría de la información se ha convertido en una rigurosa disciplina matemática, origen de una verdadera avalancha de investigaciones en matemática pura, ingeniería de comunicaciones, biología y lingüística.


John von Neuman (1903- 1957): matemático de origen húngaro, fue un prodigio talento y versación en varias disciplinas científicas. Fue asesor del gobierno de los EE.UU., en el área de la energía atómica y en el proyecto federal para el desarrollo de computadoras. En colaboración con Burks y Goldstine desarrolló en forma clara y rigurosa los conceptos fundamentales sobre la estructura lógica de las computadoras.


Bibliografía:

 Agulla, Mario; Hernando, Claudia. La tecnología. Sus impactos en la educación y en la sociedad contemporánea. Antología II. Buenos Aires, Editorial Plus Ultra. 1996. Lauría, H. Eitel.

Una nueva educación para un Nuevo siglo

El nuevo siglo: la sociedad de la información
La presencia y hegemonía de las denominadas “nuevas tecnologías”, en las transacciones económicas y comerciales, en el ocio y el tiempo libre, en la gestión interna de empresas e instituciones, en las actividades profesionales, comienza a ser un hecho evidente e imparable. Las tecnologías de la información y la comunicación están provocando profundos cambios y transformaciones de naturaleza social y cultural, político y económico, en el que vivimos como sociedad de la información.
La “información se ha convertido en una materia prima de primer orden que se elabora, transforma y comercializa como cualquier otro producto manufacturado; ha impregnado las instituciones y organizaciones sociales como la vida cotidiana de cada individuo de tal manera que se depende cada vez más de las máquinas que las transmiten. Todas las personas producen información, ya sea a través del teléfono, de los medios de comunicación, de los ordenadores.
La socialización cultural de los niños y niñas, se produce cada vez en mayor medida a través de la utilización de las distintas tecnologías de la información que utilizan prácticamente desde que nacen (la televisión, el video, el multimedia, los videos juegos, internet, etc.). Los actuales ciudadanos menores de diez años, son, la primera generación nacida y amamantada culturalmente llamada sociedad de la información.
En consecuencia, esta nueva generación aprende cada vez más cosas fuera de la escuela; cada día, acceden a más educación fuera del contexto escolar a través de soportes multimedia, de software didáctico, de televisión digital, de redes informáticas, de programas audiovisuales para video, etc.

Una escuela anticuada
¿Cómo se está afrontando en la institución escolar este fenómeno? ¿Las escuelas, disponen de los recursos y medios suficientes para poder desarrollar adecuadamente procesos educativos apoyados en estas nuevas tecnologías? ¿Conoce y domina el profesorado la tecnología como para usarlas provechosamente con fines pedagógicos? ¿Se enseñan en las escuelas los conocimientos y habilidades adecuadas para que los alumnos puedan desenvolverse inteligentemente en la sociedad de la información?
Muchos opinan que no; que la escuela está quedando rezagada respecto de los vertiginosos cambios que se están produciendo, en la sociedad.

¿Analfabetos Tecnológicos?
Uno de los papeles fundamentales asignados a la escuela, es la alfabetización del alumnado en el dominio de la cultura impresa en sus dos dimensiones:
- La lectura, es decir, la capacidad para obtener conocimientos a través de la decodificación de los símbolos textuales.
- La escritura, que es la capacidad para comunicarse a través de dichos símbolos.
Hoy en día, en un mundo donde la comunicación se produce no sólo a través de del lenguaje escrito sino también a través de otros lenguajes como son el audiovisual y a través de soportes físicos que no son impresos: televisión, radio, ordenadores, etc.; el concepto de alfabetización cambia radicalmente. Los educadores tienen que cambiar el concepto de persona culta y alfabetizada; ya que una persona analfabeta tecnológicamente queda al margen de la red comunicativa que frecen las nuevas tecnologías.
¿Qué se sugiere? Que los ciudadanos que no sepan desenvolverse en la cultura y tecnología digital de una manera inteligente, es decir que sepa conectarse y navegar por redes, buscar información útil, analizarla y reconstruirla, comunicarla a otros usuarios, etc., no podrán acceder a la cultura y el mercado de la sociedad de la información; no estarán cualificados ni tendrán posibilidades para el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones; serán marginados culturales en la sociedad del siglo XXI.
Este analfabetismo tecnológico provocará, dificultades en el acceso y promoción tanto en el mercado laboral, como en la utilización de recursos de comunicación digitales. Por esta razón, una meta educativa importante, para las escuelas debería ser la formación de los alumnos como usuarios cualificados de las nuevas tecnologías y de la cultura que en torno a ellas se produce y difunde. Esta formación, debe plantearse con el objetivo de que los alumnos/as:
- Dominen el manejo técnico de cada tecnología: conocimiento práctico del hardware y software que emplea cada medio.
- Posean un conjunto de conocimientos y habilidades específicos que les permitan buscar, seleccionar, analizar, comprender y recrear la enorme cantidad de información a la que se accede a través de las nuevas tecnologías.
- Desarrollen un cúmulo de valores y actitudes hacia la tecnología de manera que no se caiga en un posicionamiento tecnofóbico; es decir, que se las rechace sistemáticamente por considerarlas maléficas, ni en una actitud de aceptación crítica y sumisa de las mismas.
Buscando un nuevo modelo educativo
Las nuevas características y necesidades de la llamada sociedad de la información reclaman un nuevo modelo de escolaridad. Es necesario y urgente cambiar el significado y sentido de la educación en las escuelas. Ya no sirve que el alumno memorice y almacene mucha información. Lo relevante, es el desarrollo de procesos formativos dirigidos a que el alumnado aprenda:
- Aprenda a aprender: es decir, que adquiera las habilidades para el autoaprendizaje permanentemente, a lo largo de su vida.
- Sepa enfrentarse a la información: buscar, seleccionar, elaborar y difundir lo necesario y útil.
- Se cualifique laboralmente para el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
- Tome conciencia de las implicaciones económicas, ideológicas, políticas y culturales de la tecnología en nuestra sociedad.

Bibliografía:
Moreira, Manuel, Area. Tecnología Educativa. Web de Tecnología Educativa Universidad La Laguna. Publicado en la revista NETDIDACTIC@, nº 1, octubre 1998. http:77ull.es/departamentos/didinv/tecnologiaeducativa/doc-netdidactica 1 htm.

La tecnología y la escuela

El desarrollo actual de la tecnología redefine las tareas intelectuales de la escuela. Fuera de ella impactó en los espacios de juego de los niños y jóvenes y generó un nuevo estilo de pensamiento signado por la respuesta rápida, el ensayo y error como estrategia cognitiva, el accionar individual y la carrera de obstáculos como estrategia de resolución de problemas.
La escuela, desconoció el impacto de la tecnología en la cultura en lo que se refiere a las nuevas maneras de operar en el desconocimiento, contenido en una buena justificación teórica epistemológica, respecto de su carácter de herramientas, ignoró el actuar tecnológico que implica, hoy fundamentalmente, el conocimiento abierto a las veloces cambiantes condiciones. Al pensar, mientras se espera recibir una computadora, se puede jugar o construir una computadora de cartón, este planteo se realizó en algunas propuestas de capacitación docente en la reforma actual de nuestro país, se desvalorizan los conocimientos adquiridos en las prácticas cotidianas y se subestima a los docentes y sus alumnos en el actuar tecnológico. En otros casos las computadoras, son utilizadas como escenarios que se trasladan de una escuela a otra para dar cuenta de los nuevos y modernos equipamientos o del incremento y renovación de la infraestructura, sin estudiar o garantizar la existencia de soft para su utilización, de enchufes, o mucho más simplemente, del pago en término de la cuenta de luz. Otras computadoras llegan desarmadas y se desconoce como armarlas, se guardan bajo llave para que no se roben o utilizan para que no se rompan.
Para una escuela donde se desarrolle el pensamiento crítico y creativo implica reconocer, desde la perspectiva del conocimiento, que las prácticas rutinarias, descontextualizadas de los problemas auténticos, difícilmente permitirán el desarrollo de la capacidad de reflexión.
Se trata de reconocer problemas reales y no de seleccionar para la enseñanza problemas de juguete, pedagogizados que no implican ningún desafío para el estudiante y que suelen resolver aplicando ritualidades.
Las modernas tecnologías podrían resolver muchas de las preocupaciones de los docentes, respecto del conocimiento en tanto representan poderosas herramientas de resolución de las comprensiones y pueden tender a mejorar puentes entre el conocimiento disponible y las actuaciones necesarias para su utilización.
Las nuevas tecnologías impactan la cultura de todas las sociedades, desde los sectores más ricos hasta los más carenciados y marginales. En cualquiera de las situaciones, el uso de la tecnología puede implicar la implementación de excelentes propuestas para la resolución dl acceso al conocimiento o la utilización de otras empobrecedoras. En todos los casos, los desafíos en el sistema educativo, tienen que ver con la elección de las prácticas que rompan los ritos y den cuenta del compromiso que se asume cotidianamente el y la docente con el fin de que los alumnos aprendan en el vertiginoso mundo contemporáneo, comprometidos en la recuperación de la enseñanza solidaria en los difíciles contextos de la práctica cotidiana.

La tecnología y la enseñanza
A través de las décadas, se le atribuyó a la tecnología diferentes funciones aún cuando la prevalecientes tuvieron relación con la motivación por aprender. Otra de las concepciones que se le atribuyeron a la tecnología, se vinculó con la resolución de los problemas de comprensión. Ambas concepciones, le atribuyeron a la tecnología, un papel positivo, casi mítico, coincidente con un aura de modernidad. En una posición opuesta, se reconocen loa efectos de la utilización de algunas tecnologías en tanto su uso puede anular algunas capacidades que le interesa sostener a la escuela.
En los diferentes niveles del sistema educativo y a lo largo de los años, los docentes de los diferentes niveles del sistema repiten similares preguntas: cómo hacer para que los alumnos comprendan, recuerden, sepan aplicar y transfieran lo enseñado a otras situaciones. Se preguntan a cerca de la enseñanza que genere comprensión genuina, esto es, comprensión en el campo del conocimiento para lograr trascender dicho campo.
También los docentes le atribuyeron a la tecnología diferentes funciones. El estudio de la evolución de éstas funciones implica reconocer una primera idea que permaneció básicamente inalterable a largo de los años; trabajar con los medios favorece despertar la atención y mantener el interés. Esto, fue cambiando el medio al que se le atribuía la función o el papel de interés. Las modestas láminas recreaban las clases los audios, los videos y finalmente los programas de computación, según las posibilidades de las escuelas en relación con sus infraestructuras, con los intereses de los maestros o la ofertas de la capacitación a las que accedieron o acceden, siempre se rodearon de propuestas que garantizaban un enfoque moderno para el tratamiento del contenido. Este enfoque daba cuenta de la actualización o capacitación de los docentes en los modelos de supervisión. La idea que prevaleció es que un enfoque actualizado para el tratamiento de los contenidos incluye medios y garantiza la atención y el interés de los alumnos.
Hilda Taba, en su obra Elaboración del Currículum, editada en 1974, cita a un especialista de las teorías acerca del aprendizaje, Ernest Hilgard, quien encuentra catorce puntos de coincidencia entre las diferentes teorías del aprendizaje y cuatro de esos puntos se refieren al valor de la motivación para generar, motorizar o facilitar el aprendizaje. Al facilitarlo, el estudiante obtiene éxito e incrementa la motivación. Los estudiosos del tema, diferencian motivaciones e incentivos atribuyéndoles a estos últimos, la externalidad en relación con el aprendizaje.
La utilización de un medio cortaría, entonces, por lo novedoso, la rutina de la clase y daría cuenta de un docente preocupado por generar propuestas atractivas. Es probable, que una primera introducción de una práctica de la enseñanza que incorpore el análisis de un video, el trabajo con un programa de informática ola utilización de algún mensaje de los medios de comunicación masiva, resulte interesante para los alumnos. sin embargo, los estudios de campo, dan cuenta de quela reiteración de las propuestas genera la pérdida del interés que se basó solamente en la novedad, y se reitera la pregunta: ¿para qué estudiamos esto? No se trata de espaciar las propuestas para que continúen siendo novedosas, sino recuperar el sentido pedagógico de cada una de ellas.
Por lo tanto, desde el análisis de las prácticas de los docentes se puede reconocer que desde el pensamiento práctico, todos advierten el valor del interés por parte de los alumnos para generar los procesos de la comprensión. Frente a este problema algunas respuestas prácticas incorporaron la utilización de los medios. Medios impregnados de novedad y de signo de modernidad que en el mejor de los caso pudieron resolver momentáneamente el interés por el aprender, pero que en realidad daban cuenta de la complejidad de los problemas del conocimiento y del claro reconocimiento de los docente a cerca de los problemas y búsquedas para encontrar soluciones. En este caso los docentes reconocían como crucial el interés y el librar una batalla en contra del aburrimiento, categoría de análisis que en el campo de la didáctica se reconoce como central. La tecnología creada para aula y la utilización de los diferentes medios en el aula, creados para otra circunstancia pero reconstruídos en tanto se utilizaba en este ámbito, ocuparon un lugar de apuesta a la modernidad que un análisis que recuperara trabajar con todos los sentidos, deconstruir imágenes, crear nuevas, acercarse de múltiples maneras al conocimiento.
Otra de las creencias, la tecnología educativa se asoció a la resolución de los problemas de comprensión. Aquello se entendía mal o se entendía simplificada o pobremente podía ser enseñado, ya no por el docente, sino por un medio que resolviera este problema. Como concepción, la tecnología asociada a resolver los problemas de comprensión.
La concepción que subyace es que los diferentes temas de la enseñanza pueden ser enseñados desde propuestas invariables a los contextos escolares o a los diferentes grupos de alumnos. Se crea tecnología paa la escuela y se plantea o diseñan experiencias de enseñanza en donde los docentes asumen el papel de “facilitadores” de las experiencias. Esto genera una suerte de intermediación en la que el papel fundamental en relación con la enseñanza lo satisfacen los materiales creados para tal fin y los docentes lo ponen a disposición de los alumnos.
Las dos concepciones que se plantean: despertar, incrementar o sostener el interés por la utilización de tecnología en el aula y resolver problemas de aprendizaje, le asignan a la tecnología un papel positivo.
En una posición opuesta, muchos docentes sostienen que deben ser contemplados los efectos nocivos de la utilización de ciertas tecnologías en tanto su uso puede anular algunas capacidades que les interese sostener a la escuela. Desde esta perspectiva, muchos docentes prohibieron el uso de la máquina de calcular en el aula ya que la misma, eliminaría la capacidad de resolver cálculos aritméticos.

Volver a pensar las propuestas para el aula
Hoy, las propuestas para el aula, sostienen la posibilidad de crear una escuela reflexiva, un aula pensante, es decir, una escuela que busque generar inteligencia.
Pensar nuevamente las innovaciones para el aula, nos remite reconocer nuevas posiciones y prácticas en donde se inscriban estos procesos y brinden elementos orientadores para la tarea de los docentes. Lo que interesa, es reconocer la existencia de modos de enseñanza diferentes que favorezcan la comprensión de los distintos temas, cuestiones, disciplinas. Los modos de enseñanza constituyen conjuntos de actuaciones que se pueden desplegar, que se involucran mutuamente, se entrelazan o se superponen y se pueden generar como una sucesión y se pueden identificar porque se constituyen en predominantes, en determinados momentos.
Una primera aproximación, implicaría demostrar al estudiante cómo se resuelve un problema, esto es, cómo lo resuelve un experto, y cómo justifica esa resolución; podría favorecer comprensiones que permitan procesos de identificación para buenas resoluciones. En un segundo lugar, cuando los estudiantes están desarrollando la tarea, los docentes, podrían focalizar el trabajo mostrando problemas que surgen en la resolución de las tareas que podrían pasar por inadvertidos. En todos los caso, los docentes deberán proveer de apoyos o tecnologías para ayudar a los alumnos para que logren buenas resoluciones. Sólo cuando lo logren pueden retirar el apoyo, para que trabajen de manera independiente. Los estudiantes, deberían verbalizar sus conocimientos y procesos cognitivos, comparar cómo piensan entre ellos, con el docente y con un experto, que finalmente, no sólo resuelvan problemas sino que a la vez, resuelvan. En estos modelos subyacen los principios que fomentan la comprensión y que debieran subyacer en cualquier decisión, en las actividades que se propongan. Uno de los principios es reconocer que en cualquier experiencia que se plantee el punto de partida es el lugar de comprensión del alumno, esto es reconocer las maneras que tiene de visualizar el tema o problema. Este punto inicial, permite entender las dificultades, los puntos de vista, los estereotipos y las mismas posibilidades. El segundo principio, reconoce que el aula, debería promover el pensar y descubrir, y fundamentalmente, la labor de los docentes, consistiría en generar entornos de ayuda. Al reconocer estos principios los docentes harían hincapié en el valor que tienen las propuestas que despliegue el docente para favorecer las comprensiones. Las que se propondrán pueden intentar reconocer cómo ocurren los procesos o fenómenos al natural o al tratar de simularlos en situaciones construídas especialmente para el enseñar. Estas simulaciones, representaciones, adecuadas, pueden ser demostraciones de lo que puede ocurrir teniendo en cuenta que no todo puede ser representado; en general se trata de situaciones ideales y donde los riesgos son esencialmente controlados.
En todos los caso, estamos hablando de problemas auténticos, que impliquen verdadero desafíos para los estudiantes, y por qué no, también para los docentes. Las características de este tipo de actividades consiste en la impredecibilidad de los resultados, ya que al abordar un verdadero problema, es probable que no se puedan asegurar los resultados ni anticiparlos, como se acostumbra en actividad rutinarias pedagógicas. Se trata de generar conocimientos escolares que originen cuestionamientos, interrogantes o desplieguen acciones de sentido por parte de los estudiantes.
Bibliografía:
Litwin, Edith (1995) (compiladora). Tecnología educativa: política, historias y propuestas. Buenos Aires: Paidós.

La informática como recurso educativo

En la actualidad, asistimos a una nueva revolución, con similares características a la revolución del siglo pasado, es decir la revolución industrial, pero con consecuencias trascendentes como supuso la revolución de la imprenta en la edad media. Esta revolución implica la necesidad de adquirir nuevos conocimientos de tecnologías que cambian completamente los paradigmas conocidos durante tiempo. Así, la llamada alfabetización informática se hace en nuestros días, tan necesaria como lo sigue siendo la alfabetización clásica, el saber leer y escribir. Además, la unión del ordenador con las nuevas tecnologías de las comunicaciones, en desarrollo han dado lugar al fenómeno que conduce como convergencia de los soportes. Pronto, toda comunicación se obtendrá a través de un único sistema que reunirá las características de un teléfono, televisión, ordenador y porqué no un libro.
Todo hará que el ordenador, se entienda como una terminal de acceso a los sistemas de comunicación global y como una herramienta de trabajo, de gran utilidad en el entorno de la enseñanza.
Para ello será de vital importancia que la comunidad educativa sea capáz de utilizar esas nuevas tecnologías con eficacia.
El uso de los ordenadores en el entorno educativo se debe apoyar en los siguientes puntos:
  •  El ordenador como herramienta de trabajo: en el trabajo cotidiano implica aplicaciones de productividad que son básicas para los alumnos; el conjunto de estas herramientas incluye:
- Procesador de textos
- Hoja de cálculo
- Editor gráfico
La enseñanza de estas herramientas debe plantear un modo genérico para que el alumno obtenga nociones básicas y el conocimiento necesario para obtener sencillos y adecuados resultados.
Esto requerirá un cambio en el modo clásico de enseñar a manejar un determinado programa, será necesario impartir conocimientos de producción de documentos electrónicos, incluyendo textos, gráficos, dibujos y si fuese necesario, sonidos. 
  •  El ordenador como herramienta docente: uno de los ordenadores para impartir conocimientos, es el uso de los propios libros, los cuales son objetos de los que se puede extraer conocimientos añadidos a los transmitidos por los docentes. Así, el aula de informática, se debe considerar como una segunda biblioteca, un lugar para adquirir conocimientos. También, es posible utilizar el ordenador como herramienta docente en disciplinas como: lengua, con programas para aprender a conjugar verbos, o los idiomas, con programa de aprendizajes de vocabularios que tiene, incuso, la pronunciación adecuada de las palabras y frases. Existen programas de apoyo para disciplinas más tecnológicas como el cálculo simbólico, o la simulación de sistemas físicos.

  • El ordenador como sistema para compartir el conocimiento: este punto es crucial ya que, internet está cada vez más presente en la vida cotidiana; así el ordenador se convierte en un el principal medio de comunicación. El uso de las tics, basadas en internet, permiten eliminar barreras como el tiempo, y la distancia geográfica, ya que permiten la comunicación casi inmediata con personas dispersas geográficamente con una ventaja superior a las del teléfono o el fax. Cuando se utiliza como medio de difusión masiva tiene la ventaja de recibir información de los receptores con facilidad y la capacidad para personalizar la información recibida. Esta nueva revolución de transmisión de la información, aumenta la capacidad de los individuos para obtener y generar información. Una de las características de la utilización de internet, es la facilidad de comunicación interpersonal a través del correo electrónico.
Para el manejo de las herramientas, de las nuevas tecnologías de las comunicaciones, es necesario que los alumnos aprendan a utilizar las siguientes técnicas básicas:
- Manejo de correo electrónico y nociones básicas de su uso correcto.
- Manejo de programas de visualización de páginas web.
- Conceptos básicos de localización de recursos en internet, ya que este punto, origina una gran cantidad de información de diversos temas, así como también, su mal uso puede ocasionar ruido, es decir, páginas sin contenido útil.
- Edición y publicación de información en internet.
Dotados de estas herramientas los alumnos estarán en condiciones de aumentar los conocimientos adquiridos, complementados con la formación básica recibida en clase con la información que puedan recabar de la red. Además le brindará a los alumnos la posibilidad de colaborar en proyectos globales, colaborando con otros alumnos con edades o intereses similares a nivel mundial, por medio del correo electrónico.
Los medios para conseguir estos resultados
En un entorno ideal, cada alumno, dispondría de un equipo transportable con capacidad de conexión para realizar sus propios trabajos y para comunicarse con el profesor. Mientras llega esa solución, se debería plantear que en cada aula exista como mínimo, un ordenador conectado a una red de área local del centro educativo, a través del cual se conectará con internet; además deberá existir un aula de ordenadores para uso similar, a una sala de proyección de video, como apoyo a la docencia de cualquier disciplina , incluída la informática. Esta aula deberá disponer de internet.
El aula de ordenadores tendrá:
- Una red de área local
- Una línea de conexión a internet.
- Un equipo servidor, con los programas necesarios para que los alumnos puedan utilizar internet.
- Estaciones de trabajo: donde la información pueda ser almacenada en el disco duro; esto no tiene mayor costo.
- Impresoras de calidad, en color, blanco y negro.
- Para lograr los objetivos de equipamiento, funcionalidad y contención de costos, es necesario utilizar aplicaciones y sistemas de diseño avanzados.


Organización de la docencia
Lograr todo lo antes mencionado, requiere de cambios en la mentalidad por parte de la comunidad educativa, tanto de alumnos, como profesores, padres, e incluso del personal docente. Como uno de los principales puntos, el aula de ordenadores deberá estar operativa, como la biblioteca o las salas de proyección de video, durante la jornada lectiva, dotada con el personal adecuado para su correcto funcionamiento en el caso de que el docente necesite apoyo técnico.
Los docentes requerirán de formación en el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a sus áreas de conocimiento.


Bibliografía: 
http://www.gssi.es/informatica y educacion.html. La informàtica como recurso educativo. 

Sobre computadoras y Rendimiento Escolar

¿Tecnofobia? Periódicamente, aparecen artículos periodísticos, informes estadísticos que interrogan sobre la influencia de la computadora en educación. La tenacidad de estos estudios es saludable y nos permitirá estar alertas a las sospechas. Con esto, se dice que es legítimo examinar a la tecnología y a los examinadores.
La semana pasada el diario La Nación, publicó resultados de un estudio realizado en Europa por la inglesa Royal Economic Society, que- según s desprende de la lectura,- tiene un resultado contundente: los chicos que usan manos computadora, tienen mejor rendimiento escolar. Si bien eso queda muy claro, leyendo el titular, y los primeros párrafos, la nota no abunda en detalles y los que se apuntan contribuyen a crear confusión.
Lo que en principio es un “rendimiento escolar”, después pasa a ser un rendimiento en matemáticas y literatura y al final, de la nota, se habla de “conocimientos primarios como la matemática y la lectura”.
Así mismo no especifica, qué incluye la expresión “uso de computadoras”; ¿se trata del uso recreativo, como parece aludirse en un fragmento de la nota (“distrae en las tareas”) o se habla del uso educativo? Y en último caso, ¿de qué uso educativo se trata: internet, software educativo, herramientas de office, trabajos en colaboración, etc.?
Las variantes son infinitas. Sucede que “el uso de la PC” es un sintagma muy complejo para ser el sujeto de una conclusión sin más y contribuye a opacar más que aportar elementos para una evaluación que debe ser llevada a cabo primero en término más precisos y profundos.
En la misma noticia, publicada en el sitio de la BBC de Londres, titulares y textos expresan opiniones más revitalizadas. El titular es “Dudas sobre el uso de computadoras en escuelas”. El texto, explica los detalles del trabajo y evaluación que los mismos autores realizan de los resultados. Thomas Fuchs and Ludger Woessmann, de la organización Cesifo de Munich, señalan que los números no muestran las causa del problema que por el momento, solo se pueden postular hipotéticamente. Entre las causas hipotéticas se encuentra, que tal vez, sea el uso excesivo de computadoras el que contribuya a disminuir el rendimiento o que los resultados puedan estar determinados por factores como la dinámica de las aulas que hace que los chicos con más problemas tengan menos oportunidades para utilizar efectivamente las máquinas de las escuelas. Esto le suma la complejidad a la cuestión, porque llama la atención sobre los distintos actores y variables que intervienen en el momento en que un alumno usa la computadora en una escuela: el trabajo en equipo, el rol, del docente, los planes de estudio, el funcionamiento institucional, entre otros muchos más. De todas maneras, los resultados de las investigaciones son un llamado de atención. Así los lee Tim Rudd de Becta, de la oficina del gobierno inglés, dedicada a la informática, que señala que tal vez, se deba revisar la certeza de que las computadoras son buenas en educación introduciendo variables como la edad o disciplina, aunque particularmente, en matemática, parece bastante probado su eficacia y su contribución a la renovación del estudio.
Sin una buena información de base no se pueden sacar conclusiones útiles sino, seguir alimentando mitos colectivos tecnofóbicos. Falta, además, tiempo para evaluar los rendimientos, investigación académica e interdisciplinaria para proveernos de conceptos y trabajo de campo- como este de Munich-, operativos estables de evaluación para sumar miradas y puntos de vista de un debate fundamental.

Bibliografía: Sagol, Cecilia. Sobre Computadoras y Rendimiento escolar.

martes, 2 de noviembre de 2010

NUEVAS TECNOLOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN: IMPACTOS Y CAMBIOS SOCIALES

Toda tecnología, implica una extensión en alguna parte del cuerpo humano. Así la rueda es una extensión de nuestro sistema motríz, el telescopio del ojo, la lanza o la bala de nuestros puños y el libro de nuestra memoria.
La aparición de la agricultura, la máquina de vapor, produjeron profundas transformaciones no solo en el orden de la vida cotidiana, sino en cuanto a mutaciones sociales, modificación de la manera de ejercer el poder, y cambios en la concepción del mundo, e incluso en el propio ser humano.
Por, tales progresos, en el campo de las telecomunicaciones y la informática, superan en extensión y hondura los cambios originados por las invenciones y descubrimientos mencionados. Ya no se trata de una extensión de una parte de nuestro cuerpo, sino que las nuevas tecnologías constituyen una prolongación de nuestro sistema nervioso central, es decir podría ser de nuestro propio “yo fisiológico”.

La magnitud de estos cambios se torna ingenua, en el intento por seguir sosteniendo una concepción meramente instrumental de la tecnología. Esta concepción plantea al neutralidad de las tecnologías respecto de fines para lo que son utilizadas; serían buenas o malas, funcionales o disfuncionales, según para que se las emplee. Esta perspectiva no es tán solo errónea, sino más bien limitada.
Lejos de esta postura, tomaremos el desafío de Heidegger de “pensar la tecnología”, desde otra óptica partimos del supuesto conforme al cual la relación de las tecnologías como lo político, lo económico, lo social y lo cultural es dialéctica e interdependiente; pero en ultima instancia se puede reconocer un cierto, aunque complejo, modo de subordinación de aquéllas a estos ámbitos u órdenes.


La nueva estratificación social
“Es un ordenamiento vertical de la población en segmentos, conforme a la función que cumplen en la división social del trabajo. Esta división se encuentra fuertemente condicionada, por la estructura de dominación política, y legitimada por la ideología hegemónica imperante. Su elaboración y resguardo es responsabilidad de los estratos superiores”. Es un ordenamiento piramidal que permite observar caracteres particulares diferenciales de cada estrato, los que conservan gran homogeneidad interna.

El modo de estratificación por clase ha sido el tipo dominante de los últimos ciento cincuenta años. Siguiendo a Weber, diremos que el sistema clasista se da cuando un número de personas poseen un componente causa espacífico de oportunidades de vida en común, en la medida en que ese componente está representado exclusivamente por intereses económicos en la posesión de bienes e ingresos, bajo las condiciones del mercado de productos de trabajo. Las nuevas tecnologías conllevan la crisis de los modelos fordistas y tayloristas de producción, sobre los cuales en gran medida se asentaba la estructura de clases propias de un capitalismo industrial de acumulación. En efecto, al quedar, cada vez más en “manos” de la máquina, no resulta tan importante el productor como el consumidor. Por ende lo que habrá de definir la ubicación del individuo en la pirámide social no será cuánto tiene sino, cuánto gasta: la tarjeta de crédito reemplaza ala cuenta bancaria. La capacidad de gasto está directamente relacionada con la ocupación del individuo, y esa ocupación, a su vez, se deriva del grado de conocimientos e información que ese individuo posea. Cada vez, resulta menos relevante el talento innato para detectar un negocio, o la capacidad de esfuerzo y sacrificio laboral, que eran los dos elementos necesarios para ascender socialmente en el sistema clasicista. En una sociedad hipercomunicada o hiperinformada, en cambio, el más apto para tomar la decisión correcta, es aquel que no sólo dispone de la información pertinente, sino que, además, sabe ordenarla y procesarla adecuadamente.

Otra de las cuestiones que plantean estas nuevas tecnologías en relación a la estratificación social está dada por la constante educción de los precios de los artefactos informáticos y telecomunicacionales. Esto vá permitiendo que la mayoría de la población pueda acceder directa o indirectamente a la videocasetera, al fax, al teléfono celular, a la computadora personal, a la TV por cable, al CD- Rom, a las redes informáticas, etc. Pero, atención, la mayoría no es la totalidad. La pregunta es qué pasará con los descalzados que queden al margen del sistema superinformado. Aristóteles decía que la democracia es el gobierno de la mayoría, y como los pobres eran siempre mayoría, podía entenderse a la democracia como el gobierno de los pobres. En cambio, la oligarquía, -gobierno de pocos-, era también susceptible de ser definida como el gobierno de los ricos. Lo que hasta nuestros tiempos nunca se había planteado es que los “ricos”, los que tengan acceso inmediato o mediato a los bienes tecnológicos enunciados, puedan ser la mayoría. Pareciera que en lugar de llegar a la “aldea global” anunciada por McLuhan, estamos llegando a la “ciudad global”. Es que en la estructura comunitaria propia de la aldea todos tienen acceso a casi todo el conocimiento socialmente relevante, con un claro predominio de las relaciones primarias entre sus miembros.
Las visiones de la ciencia
Con el surgimiento del capitalismo, apareció la visión moderna de la ciencia. Esto ya no es una requisitoria por las causas finales, por el “para qué” de las cosas, sino, que pasa a ser una pregunta por el “cómo se hace”, “cómo se compone” la cosa. Es decir, por la causa eficiente y material. Los capitalistas habrían de seguir dedicando al trabajo productivo el mismo tiempo y esfuerzo que le dedicaban previamente. Esto llevó a todo un sector social a vivir en función de la acumulación de la riqueza proveniente del esfuerzo aplicado a la producción y distribución de mercaderías. En el campo político, el conocimiento, llevó a la alianza a efectuarse con la “ciencia nueva” la que le hubo de permitir “saber para prever, prever para poder, según la frase de Augusto Comte. Así comenzó la pasión matematizar toda la realidad (Descartes, Newton, Hobbes), dado que el cálculo es la base noética del capitalismo.

En la segunda mitad de este siglo encontramos en la etapa del capitalismo de consumo, que surge la necesidad de segmentar adecuadamente el mercado para no entrar en el tipo de producto a elaborar, ni en el mensaje publicitario a emitir para cautivar el segmento elegido. La equivocación en este campo se paga con el fracaso total. Si se produce un auto, un lavarropas, una heladera para la clase alta y el producto no responde a los parámetros de diseño o calidad por ésta exigidos, difícilmente lo adquiera. Pero si es la publicidad la que envía señales equivocadas, transmitiendo alguna pauta o depositando en el producto alguna característica propia de las que el imaginario y los códigos de la clase alta le atribuyen a la clase baja, seguramente las ventas serán catastróficas.

A poco de consolidarse estas nuevas tendencias, emerge con Thomas Kuhn el primer cuestionamiento radical a la idea de acumulatividad de la ciencia. Se reemplaza esta noción por la “revolución científica”, según esta tesis, la comunidad científica, elabora una constelación de creencias, valores, técnicas, etc., dentro de la cual las soluciones propuestas a los problemas, se consideran científicamente admisibles, o sea, legítimas. Esta constelación recibe el nombre de paradigma; es decir, un paradigma, es lo que comparten los miembros de una comunidad científica, y se es miembro de esa comunidad si se conoce y comparte el paradigma. De acuerdo con el modelo analítico, propuesto por Kuhn, la crisis de un paradigma vigente no se produce cuando surge una cantidad de anomalías a las que no puede dar respuesta, sino cuando aparece un nuevo paradigma capáz de brindar respuesta a los problemas insolubles dentro del marco anterior. Pero esto, no significa que el nuevo paradigma sea mejor que el anterior, ni mucho menos que signifique un progreso, respecto de aquel, ya que ambos, son inconmensurables, es decir, que no admiten parámetros de medición comunes. Por lo tanto, no hay diálogo, ni acumulación posibles.

Pero la revolución informática de los 80, unida a los desarrollos satelitales y –entre otras innovaciones-, la invención de la fibra óptica, ha tornado caduco el concepto de segmento de mercado, e incluso el más restringido de “nicho”. Ya no se produce un automóvil para la clase media, o el radiograbador para la clase baja; se trata de fabricar v.gr el producto que desea consumir el médico casado e clase media. Las posibilidades de adaptación que permiten las nuevas tecnologías, particularmente en materia de diseño, son casi ilimitadas.

Este proceso de hiperindividualización del consumidor encuentra su correlato en lo que Lyotard ha dado en llamar la “crisis de los grandes relatos”. En el campo de la epistemología esto se traduce en la crisis de los paradigmas aún vigentes, tanto en ciencias físico-naturales, como en el área de las ciencias-sociales. También la noción de inconmensurabilidad merece ser reformulada a la luz de estas cuestiones, especialmente en función del replanteo de los conceptos de universalidad, identidad y diferencia.
Bibliografìa:
Agulla, Mario; Hernando, Claudia. La tecnología. Sus impactos en la educación y en la sociedad contemporánea. Antología II. Buenos Aires, Editorial Plus Ultra. 1996 Del Percio, Enrique.

La tecnología y el Mundo Contemporáneo

Esta nueva sociedad impacta por el desarrollo de la tecnología informacional, exhibe, al final del siglo, juegos infantiles en donde los chicos de 10 años, puedan imitar la escena final de una película. La virtualidad, que significa “sin referente en la realidad”, se está constituyendo en el signo dominante de la nueva sociedad. En este pasaje de la realidad a la virtualidad, los bolsones de pobreza, en los que se expresa la crisis contemporánea dan cuenta de que es más difícil sobrevivir en la realidad que en la virtualidad del dinero de plástico o de ventanillas bancarias computadorizadas para cobrar sueldos de 100 pesos. Contradictoriamente, el acceso a librerías virtuales a través de computadora o la compra de libros en espacios inexistentes nos puedan brindar una actualización en el campo científico tal como si estuviéramos radicados en el mejor centro bibliográfico del mundo. Conocer, significa desde esta perspectiva, acceso más que posesión, y por tanto, aprender a acceder a la tecnología se constituye en el desafío del mundo contemporáneo.

La tecnología y la cultura

La existencia de una escuela y una sociedad que no visualizaban ni aprovechaban las diferencias colectivas y generacionales, hacía que las propuestas educativas implementadas se encuadren en una generación de políticas compensatorias basadas en las teorías del déficit, creando en los niños, jóvenes y adultos situaciones cada vez más discriminatorias. Es así como hoy se puede entender la atracción que ejercen los programas de entretenimiento de la televisión, donde se constituye el único espacio de cultura popular a la que grandes sectores pueden acceder.
La igualdad, es un objetivo que incluye la diversidad, el derecho, de las personas a ser diferentes en tanto la exclusión de este principio conlleva a pensar que se resuelven todas las desigualdades si todas las personas tienen las mismas oportunidades de acceder a una cultura homogénea. En esos casos, en pro, de la igualdad se reproduce y mantiene el conjunto de las desigualdades sociales. Se trata de que nadie ocupe una posición inferior por no poseer determinados elementos culturales.
Seguimos vinculados al texto escrito como pocas veces en la historia de la comunidad. Es cierto que la computadora, genera nuevas formas de comunicación a partir de sus últimos desarrollos, tales como el fax o el correo electrónico; aunque todos esto formatos solo transmiten palabras y no imágenes y dan cuenta de una cultura eminentemente textual.
Hoy, frente a los nuevos desarrollos tecnológicos, nos encontramos con los que estudian los efectos de la utilización de las tecnologías, destacan los aspectos negativos de las experiencias de la realidad virtual por la dificultad para generar un posicionamiento crítico. Sin embargo, lo importante es advertir que las tecnologías se constituyen en instrumentos para manejar información, tales como los sistemas lingüísticos que organizan las categorías de la realidad y estructuran el modo de aproximarse y a las situaciones, las actividades que, permiten mantener la información y transformarla mediante la escritura; los sistemas matemáticos, que posibilitan acercarse a problemas numéricos y espaciales y los instrumentos que permiten mantener la información en la memoria a través del tiempo. Algunas de estas tecnologías poseen soportes materiales tales como el lápiz, la calculadora, el procesador de textos, las reglas de cálculo o los ábacos. En todos los caso se reconocen las maneras de acceder y producir conocimiento.

Bibliografía: Litwin, Edith. Tecnología y sus desafíos en las nuevas propuestas para el aula.


.



LA ERA DE LA POSTINFORMACIÓN

En la era de la postinformación, todo se hace a pedido y la información está personalizada al máximo. Una suposición muy difundida es que la individualización es la extrapolación de la sectorización que vá de un grupo grande a un grupo más pequeño y de ahí a otro más pequeño, hasta que, por último, el destinatario es un solo individuo. La era de la postinformación tiene que ver con la relación a través del tiempo: máquinas que comprenden al i con el mismo grado de sutileza, o con un grado mayor aún, que esperamos de otro ser humano, incluyendo manías como por ejemplo, después de haber recibido información del negocio que vende bebidas alcohólicas, la máquina podrá informarle que un determinado vino, o una cierta marca de cerveza esta en oferta y que ella sabe que los huéspedes que usted tendrá mañana para cenar, apreciaron mucho estas bebidas, la última vez que los invitó. También, podrá recordarle que tiene que llevar su automóvil al taller porque este se lo dijo a su computadora que ya es hora de cambiarlos neumáticos. Todas estas acciones, de la máquina estarán basadas en un modelo que ella tiene de usted, como individuo, y no como parte de un grupo que podría llegar a comprar determinada marca de determinados productos.

Lugares sin espacio
La vida digitalizada nos hará cada vez más independientes del hecho de tener que estar en un lugar específico, en un momento determinado, incluso, la misma transmisión de lugares pronto será posible.
Se dispondrá de tecnología de comunicaciones y de realidad virtual que permitirá que un médico instalado en Houston lleve a cabo una delicada intervención quirúrgica en un paciente internado en un hospital en Alaska.

La Asincronicidad
Una conversación cara a cara o telefónica, es un hecho que tiene lugar en el tiempo real y en forma sincrónica. El afán de ubicar a alguien por teléfono es una forma de establecer un diálogo sincrónico, que muchas veces no requiere de ningún tipo de sincronía, pero sin embargo, podría manejarse por mensajes fuera del tiempo real. Históricamente, las formas de comunicación, como por ejemplo, escribir cartas, solía ser un medio de comunicación más formal y menos espontáneo. Esto ha cambiado por la aparición del correo vocal y los contestadores automáticos.
Las ventajas no son solo el uso de la voz, sino, que permite el desfasaje de la comunicación en el tiempo, poder dejar mensajes en lugar de implicar a alguien en un diálogo on- line.
Uno de los enormes atractivos es el e-mail, que no interrumpe el trabajo o un diálogo, como ocurre con los teléfonos, más bien, permite procesar y contestar los mensajes en la medida que a uno le resulte cómodo.

Pedir de acuerdo con las necesidades
La información a “pedido”, dominará la vida digitalizada, es decir que se podrá pedir algo de manera implícita o explícita y en el momento en que se quiera.
En los medios digitales, se utilizará más el criterio de pagar por lo que se recibe, donde el consumidor podrá tener la opción de recibir material sin publicidad, pero a un costo más elevado.

Bibliografía: Negroponte, Nicolás. Ser Digital. Buenos Aires. Atlántida. 1995. Estract Diario Clarín, Suplemento Capítulo 13.